jueves, 27 de diciembre de 2012

puerta dimensional " adelante pasa"


“ENTREMOS JUNTOS POR EL PORTON DE LA NUEVA ERA”
Cho Tab Khen Zambuling

Es mi destino pasar último por el portón de esta nueva era. 

Es por eso que te escribo hoy 21 de diciembre del 2012. 

Te escribo para que no te demores en pasar ya que, solamente una vez que todos hayan pasado, en ese instante podré pasar yo.

Mi nombre de Sacerdote Maya es “Kamalbe”. 

Según me explicaron los Maestros Mayas, Kamalbe significa un guerrero autosuficiente que va con su espada abriéndole el camino a la humanidad, hasta llegar al portón final.  Una vez que llega a ese portón, lo abre para todos y pasa último.

Simplemente no puedo pasar sin que pases tú.

Comparto esta realidad en momentos tan importantes y de gran transición hacia una “consciencia diferente” para toda la humanidad.
Comparto esto cuando tengo la autorrealización de que la dimensión colectiva de la humanidad es lo más importante: la realidad del “nosotros”.
Comparto esto porque debemos pensar en “la iluminación” o “la salvación” como un fenómeno eminentemente grupal y colectivo.

Quisiera hacer tres preguntas fundamentales:

Que pasará mañana, pasado mañana, y la próxima semana…?
Acaso necesitas de un drama material –-como un terremoto, un tsunami, una catástrofe planetaria—para tomar consciencia del cambio y de la transformación de ti y de todos?
Querrás entrar por el portón de la nueva era, o te quedarás a este lado?

No es una decisión fácil.

Por de pronto, hay que conocer cuáles son las condiciones para poder pasar por ese portón.            

Una de las condiciones para atravesar el portón de la nueva era está relacionada con la realidad y las características innatas de tu destino final.  Es esa realidad del destino final la que determina finalmente como entramos por ese portón. 

Este desafío es similar al de una persona que quiere ser astronauta. 

Una de las cualidades del astronauta es poder navegar y poder desenvolverse en situaciones donde no hay gravedad.  El astronauta viene de la gravedad pero su destino es el de un espacio sin la gravedad.  Y es esa la razón por la cual se entrena en la tierra (su origen) para poder caminar en el espacio (su destino).

Es importante sacar una lección preliminar aquí: lo que dicta nuestro entrenamiento en el origen está condicionado por el grupo de condiciones que suceden en el destino!  No en el origen.

Somos parte de una cultura material y espiritual que esta fascinada con el origen: de dónde venimos, quien nos ha creado…

Y es en este momento cuando quiero compartir las condiciones fundamentales de este camino.  Es en nuestro destino final --que en cierta forma es nuestro destino espiritual—donde las condiciones fundamentales a considerar son “un peso cero” y “una densidad cero”

Como se alcanzan dichas condiciones?

Uno alcanza dichas condiciones cuando ha eliminado la mayor parte de sus karmas aquí en la tierra.
Uno alcanza dichas condiciones cuando nos transformamos en Maestras y Maestros del perdón (del pedir perdón, ser perdonado, y perdonar).
Uno alcanza dichas condiciones cuando nos dedicamos intensamente a los procesos de reconciliación y eliminación total de la dualidad entre lo espiritual y lo material.

Las prácticas de eliminación de los karmas, del perdón y de la reconciliación no son triviales. 

Cada una de ellas demanda de nosotros el hacerlas y practicarlas intensamente, y así poder pasar por el portón final.

Sin esa práctica no es posible pasar dicho portón.  Tienen que saber que a medida que nos acercamos paulatinamente al portón final, el camino se pone cada vez más angosto y menos apto para aguantar “mochilas” muy pesadas.

Esta es una regla muy importante del juego de la vida para confrontar el mañana, el pasado mañana, o la próxima semana: tenemos que vaciar las mochilas lo más posible.  Y, cada uno debe interpretar, descifrar y definir lo que esta regla del juego significa.

El fuego del 21 de diciembre del 2012 fue muy claro y certero. 

Allí se pusieron –entre muchos otros instrumentos sagrados-- 6 colores de velas diferentes.  Las verdes y azules que representaban el centro de la tierra y el zenit, respectivamente.  Las otras velas eran las tradicionales en los fuegos Mayas: rojas el norte y la energía masculina; el amarillo el sur y la energía femenina (fertilidad); las blancas el nuevo amanecer (sol naciente y conciencia pura); y las negras el atardecer, descanso y el renacer.

El fuego se armó a través de las rojas quienes quemaron a las negras, quemaron a la las impurezas y a lo oscuro. 
Las rojas volvieron y energizaron a las blancas quienes se unieron con las amarillas para dar un fuego maravilloso, radiante y premonitor.

En el fondo, el mensaje de esta nueva era, que comenzó el 21 de diciembre del 2012, se ha reafirmado:

(i)                   en la necesidad de hacer crecer rápidamente a la conciencia pura --a nuestra conciencia del tiempo presente, y a nuestra conciencia del conocimiento puro e infinito y
(ii)                 en la necesidad de abrir nuestras almas a la energía femenina y al poder de la feminidad y la fertilidad.  Ambas van de la mano.  Una no puede ir sin la otra.  Todo es un verdadero concierto del blanco y amarillo.

Las cenizas quedaron totalmente blancas como la nieve, demostrando que el estado de purificación final también está íntimamente asociado a la feminidad y el desarrollo de nuestra consciencia pura.

Estoy plenamente empapado de lo que significa este cambio y de lo que ha sucedido y está sucediendo.

En cierta medida, veo como lo más trágico en mucha gente que piensa que estas cosas son simplemente inventadas y que lo del 21 de diciembre era una historia más.

La historia, la descripción apocalíptica, y la imagen de un Hollywood fueron todas artificialmente creadas por los que no son mayas.  Se ha hecho un daño muy grande a la humanidad.

Qué pasaría si mañana alguien dice que Cristo vendrá a la tierra en dos semanas más, y la gran mayoría no lo ve? 

Se puede concluir que El nunca visitó la tierra? 
Se puede concluir que es simplemente otro cuento mas, esta vez, de los cristianos?

Dentro de lo que yo vi a mi alrededor, lo más dramático es que muchas personas no tienen interés en prepararse para estos grandes acontecimientos.  Pero, al mismo tiempo ellas se transforman en los grandes jueces de lo que pasó. 

Usando lo que se dijo anteriormente, los que juzgan generalmente no tienen ni peso ni densidad cero.  Ellos están cargadísimos. 

Es triste ver el caso en que si ellos por alguna razón no lo vieron, entonces, y  simplemente, la conclusión es que “esto nunca existió”.

Cuántos de los llamados milagros son tan difíciles de ratificar? 

Ejemplos de esto son las apariciones, los mensajes de seres de luz, y tantas otras situaciones.  Pero existen y tienen sus manifestaciones a nivel material o a niveles más sutiles.

Esto no es materia de “creer” o “no creer”.  No es materia de fe. 

Es materia de desarrollar nuestros talentos, de refinar nuestra mente, para poder “ver” y sentir a niveles realmente sutiles, que es donde se gestan los espacios de los fenómenos que estamos tratando de enjuiciar como verdaderos o falsos.

Son fenómenos que no suceden “afuera”, sino que se manifiestan “adentro”. 
Son fenómenos que tienen o que usan un determinado espacio espiritual que tienes que haber creado (tamaño de tu contenedor).
Son fenómenos que aparecen en relación directa al nivel de refinamiento de tu mente; es la mente más refinada la que dicta nuestra capacidad de “ver”.

Solamente deseo que juntos pasemos el portón de esta nueva era. 

Que juntos nos tomemos de la mano y nos ayudemos a descargar nuestras mochilas para que este proceso sea más fácil y muy feliz. 
Que juntos evitemos el gran sufrimiento de millones de seres vivientes que han sido limitados en este camino y que añoran poder pasar por este portón.

Déjame darte mi mano para que nos ayudemos ahora.  Si, ahora mismo.

Comienza tu proceso de vaciamiento.
Comienza tu proceso de liviandad interna.
Comienza tu proceso de disminución de nuestro tamaño y densidad.

Atrévete a pasar por este portón.  Un portón que esta frente a tu alma.

Al servicio de la humanidad

Kamalbe
(Cho Tab Khen Zambuling)
Embajador del Pueblo Maya Quiche

miércoles, 26 de diciembre de 2012

PAZ INTERIOR


“LA PAZ INTERIOR: EL UNICO CRITERIO DE VIDA”
Cho Tab Khen Zambuling

Hace un rato estaba meditando en forma dialogada e investigativa.

En un momento le pregunté a Gurú Ramdas (un Santo Gurú de la religión Sikh) cual sería su mensaje en este momento de la vida?  Cuál era, según él, el mensaje más importante? Y, él me contesto: “que todo lo que hagas sea y se convierta en una contribución neta a tu paz interior y a la paz interior de todos”.

A pesar de que “la paz interior” ha sido siempre esencial en mi vida material y espiritual por muchas décadas, confieso sinceramente que no me esperaba esa respuesta tan afirmativa y propositiva.

Naturalmente, dicha respuesta me llevó a una reflexión y revisión profunda de la vida, tanto de mi vida personal como de la vida colectiva.  Uso el término “vida colectiva” en el sentido de sentir la necesidad fundamental de incluir a todos los seres humanos y a todos los seres vivientes.

Observé por varios instantes lo que se desarrollaba después de esta proposición, y vi como el conflicto, la dualidad, y la agresión (de muchos tipos) están invadiendo fuertemente nuestro planeta.

Vi como una cantidad significativa de actividades humanas están siendo organizadas alrededor de, y motivadas por, los conflictos y las guerras, y tantas otras situaciones que nos alejan rápidamente de la paz mundial.

Un ejemplo es la economía, y como ella está siendo practicada en estos momentos.  Pero no es solamente la economía.  Es también la agronomía, la medicina, las distintas formas de ingeniería, el comercio, el consumo, etc.

En este sentido, debo decir que la economía genera muchísimos conflictos, incluyendo, entre otros, los siguientes:

Primero, la economía, como generadora de rentas, es la fuente de más de un trillón  de dólares anualmente en gastos relacionados con armamentos de toda especie.  Esto está devastando muchísimos hogares, familias, barrios, regiones y naciones enteras.   Solamente los gastos en un avión caza bombardero son equivalentes a construir cientos de escuelas primarias.  Donde están asignadas nuestras prioridades?

Segundo, la economía, por naturaleza propia, es excluyente.  Esta excluye a través del poder de compra de las personas.  Esta exclusión arroja grandes patrones de inequidad que se reflejan a todo nivel: ingreso, salarios, género, edad, etnia, y tantos otros.

Tercero, la economía, como es practicada en estos momentos, es la fuerza más destructora de nuestra ecología y el medioambiente.  Hemos eliminado cientos de ecosistemas en forma irreversible, limitando las posibilidades de nuestra generación y de las generaciones futuras.

Cuarto, la economía moderna, basada en las fuerzas del mercado y no en la consciencia humana, es un instrumento de esclavización del ser humano, a quien ha puesto a la disposición de dichas fuerzas, en vez de que la economía y el mercado estén al servicio de los seres humanos.  La economía de mercado no posee mecanismos automáticos de corrección.

Por otra parte, la agronomía también está destruyendo al ser humano a través de violación de la ley natural y a través, por ejemplo, de la producción de alimentos transgénicos y del uso desmedido e innecesario de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos. 

Estos productos agrícolas son la gran fuente de debilitamiento de nuestro sistema inmunológico y de grandes enfermedades, las que llamo: “las enfermedades económicas”.

Y así, cada uno de nosotros puede encontrar esas dimensiones tan negativas de las actividades humanas en las que estamos envueltos y que verdaderamente afectan nuestra paz interior.

Pero también hay que hablar del trato que tenemos con nosotros mismos –la mente, el cuerpo y el alma— del trato que llevamos con nuestras dimensiones divinas, y del trato que le damos a los demás seres humanos: “el otro”.

Cada elemento, situación, o decisión en la vida puede generar más o generar menos paz interior.

Somos nosotros los que tenemos que escoger.
Somos nosotros los que dibujamos el mapa y camino a recorrer.

Es por eso que he estado varios días desmenuzando minuciosamente muchos procesos y actividades para encontrar aquellos elementos o dimensiones que veo claramente disminuyen mi paz interior.

Me di cuenta que allí, dentro de este proceso, hay que considerar también a nuestros sentimientos –ira, rabia, desolación, inseguridad, nostalgia, reproche, alegría, amor, compasión--, a los innumerables miedos que tenemos, a los sentimientos de culpabilidad, a los apegos y desapegos, y a los tantos otros filtros que nos separan de la realidad.

Un trabajo no menos importante y difícil.  Pero tenemos que hacerlo.

La paz mundial depende de la paz interior.  No habrá paz mundial si no hay paz interior.

Esto es una ley inmutable.  No hay nivel de riqueza material que asegure que nosotros estaremos en paz interior.

La paz es un estado del Ser que hay que auto realizarlo. 
La paz no se compra, ni se vende, ni se presta. 
La paz si se comparte una vez que ella está dentro de nosotros mismos.

Pero para que haya paz interior debemos entrar en grandes procesos de reconciliación y perdón. Si no hay una reconciliación es difícil alcanzar la paz interior.

Esta reconciliación y perdón nos llevan a grandes procesos de sanación a todo nivel.
Estos procesos de sanación son multidimensionales y tocan todo: la mente, el cuerpo y el alma.  Tocan nuestro entorno.  Influencian el entorno de todo y todos.

Para ello, la sanación será cada vez más eficaz mientras más capacidad tengamos de aumentar nuestro poder del silencio como la sanación de la Madre Tierra.

No habrá sanación de nosotros mismos si no hay sanación de la Tierra y no habrá sanación de la Tierra sin que haya sanación de nosotros mismos.

Un proceso dialéctico.
Un proceso unitario.
Un proceso inseparable.

Hoy le pido a todos ustedes que se detengan por un momento e identifiquen cuales son las cosas que disminuyen vuestra la paz interior.
Hoy le pido a todos que investiguen como pueden modificarlas para así empezar a crear paz, funcionar desde el plano de esa paz y desplegar la paz como los rayos del sol al amanecer.

En este proceso veras que todo comienza a transformarse en fuente de paz.

En silencio repite una y mil veces: OM SHANTI SOHA.

OM es el sonido de la creación, de lo que comienza en la inmensidad del infinito y en lo concreto del cero.

SHANTI significa paz en sánscrito.

SOHA representa una afirmación equivalente a “que así sea”.

Movámonos juntos en la dirección de la paz interior. 
Hagamos de esta paz interior el criterio central de decisión de cada aspecto de nuestras vidas.

Al servicio de la humanidad por la paz del mundo. 

Cho Tab Khen Zambuling
Embajador Por Vida de La Paz

“LA PAZ INTERIOR: EL UNICO CRITERIO DE VIDA”
Cho Tab Khen Zambuling

Hace un rato estaba meditando en forma dialogada e investigativa.

En un momento le pregunté a Gurú Ramdas (un Santo Gurú de la religión Sikh) cual sería su mensaje en este momento de la vida?  Cuál era, según él, el mensaje más importante? Y, él me contesto: “que todo lo que hagas sea y se convierta en una contribución neta a tu paz interior y a la paz interior de todos”.

A pesar de que “la paz interior” ha sido siempre esencial en mi vida material y espiritual por muchas décadas, confieso sinceramente que no me esperaba esa respuesta tan afirmativa y propositiva.

Naturalmente, dicha respuesta me llevó a una reflexión y revisión profunda de la vida, tanto de mi vida personal como de la vida colectiva.  Uso el término “vida colectiva” en el sentido de sentir la necesidad fundamental de incluir a todos los seres humanos y a todos los seres vivientes.

Observé por varios instantes lo que se desarrollaba después de esta proposición, y vi como el conflicto, la dualidad, y la agresión (de muchos tipos) están invadiendo fuertemente nuestro planeta.

Vi como una cantidad significativa de actividades humanas están siendo organizadas alrededor de, y motivadas por, los conflictos y las guerras, y tantas otras situaciones que nos alejan rápidamente de la paz mundial.

Un ejemplo es la economía, y como ella está siendo practicada en estos momentos.  Pero no es solamente la economía.  Es también la agronomía, la medicina, las distintas formas de ingeniería, el comercio, el consumo, etc.

En este sentido, debo decir que la economía genera muchísimos conflictos, incluyendo, entre otros, los siguientes:

Primero, la economía, como generadora de rentas, es la fuente de más de un trillón  de dólares anualmente en gastos relacionados con armamentos de toda especie.  Esto está devastando muchísimos hogares, familias, barrios, regiones y naciones enteras.   Solamente los gastos en un avión caza bombardero son equivalentes a construir cientos de escuelas primarias.  Donde están asignadas nuestras prioridades?

Segundo, la economía, por naturaleza propia, es excluyente.  Esta excluye a través del poder de compra de las personas.  Esta exclusión arroja grandes patrones de inequidad que se reflejan a todo nivel: ingreso, salarios, género, edad, etnia, y tantos otros.

Tercero, la economía, como es practicada en estos momentos, es la fuerza más destructora de nuestra ecología y el medioambiente.  Hemos eliminado cientos de ecosistemas en forma irreversible, limitando las posibilidades de nuestra generación y de las generaciones futuras.

Cuarto, la economía moderna, basada en las fuerzas del mercado y no en la consciencia humana, es un instrumento de esclavización del ser humano, a quien ha puesto a la disposición de dichas fuerzas, en vez de que la economía y el mercado estén al servicio de los seres humanos.  La economía de mercado no posee mecanismos automáticos de corrección.

Por otra parte, la agronomía también está destruyendo al ser humano a través de violación de la ley natural y a través, por ejemplo, de la producción de alimentos transgénicos y del uso desmedido e innecesario de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos. 

Estos productos agrícolas son la gran fuente de debilitamiento de nuestro sistema inmunológico y de grandes enfermedades, las que llamo: “las enfermedades económicas”.

Y así, cada uno de nosotros puede encontrar esas dimensiones tan negativas de las actividades humanas en las que estamos envueltos y que verdaderamente afectan nuestra paz interior.

Pero también hay que hablar del trato que tenemos con nosotros mismos –la mente, el cuerpo y el alma— del trato que llevamos con nuestras dimensiones divinas, y del trato que le damos a los demás seres humanos: “el otro”.

Cada elemento, situación, o decisión en la vida puede generar más o generar menos paz interior.

Somos nosotros los que tenemos que escoger.
Somos nosotros los que dibujamos el mapa y camino a recorrer.

Es por eso que he estado varios días desmenuzando minuciosamente muchos procesos y actividades para encontrar aquellos elementos o dimensiones que veo claramente disminuyen mi paz interior.

Me di cuenta que allí, dentro de este proceso, hay que considerar también a nuestros sentimientos –ira, rabia, desolación, inseguridad, nostalgia, reproche, alegría, amor, compasión--, a los innumerables miedos que tenemos, a los sentimientos de culpabilidad, a los apegos y desapegos, y a los tantos otros filtros que nos separan de la realidad.

Un trabajo no menos importante y difícil.  Pero tenemos que hacerlo.

La paz mundial depende de la paz interior.  No habrá paz mundial si no hay paz interior.

Esto es una ley inmutable.  No hay nivel de riqueza material que asegure que nosotros estaremos en paz interior.

La paz es un estado del Ser que hay que auto realizarlo. 
La paz no se compra, ni se vende, ni se presta. 
La paz si se comparte una vez que ella está dentro de nosotros mismos.

Pero para que haya paz interior debemos entrar en grandes procesos de reconciliación y perdón. Si no hay una reconciliación es difícil alcanzar la paz interior.

Esta reconciliación y perdón nos llevan a grandes procesos de sanación a todo nivel.
Estos procesos de sanación son multidimensionales y tocan todo: la mente, el cuerpo y el alma.  Tocan nuestro entorno.  Influencian el entorno de todo y todos.

Para ello, la sanación será cada vez más eficaz mientras más capacidad tengamos de aumentar nuestro poder del silencio como la sanación de la Madre Tierra.

No habrá sanación de nosotros mismos si no hay sanación de la Tierra y no habrá sanación de la Tierra sin que haya sanación de nosotros mismos.

Un proceso dialéctico.
Un proceso unitario.
Un proceso inseparable.

Hoy le pido a todos ustedes que se detengan por un momento e identifiquen cuales son las cosas que disminuyen vuestra la paz interior.
Hoy le pido a todos que investiguen como pueden modificarlas para así empezar a crear paz, funcionar desde el plano de esa paz y desplegar la paz como los rayos del sol al amanecer.

En este proceso veras que todo comienza a transformarse en fuente de paz.

En silencio repite una y mil veces: OM SHANTI SOHA.

OM es el sonido de la creación, de lo que comienza en la inmensidad del infinito y en lo concreto del cero.

SHANTI significa paz en sánscrito.

SOHA representa una afirmación equivalente a “que así sea”.

Movámonos juntos en la dirección de la paz interior. 
Hagamos de esta paz interior el criterio central de decisión de cada aspecto de nuestras vidas.

Al servicio de la humanidad por la paz del mundo. 

Cho Tab Khen Zambuling
Embajador Por Vida de La Paz